Arte Con Tapas Plasticas
José Fabio Víquez recuerda las carretas de su padre con mucha nostalgia. En su memoria conserva el paso de los bueyes, el olor al café que se transportaba en estas y el polvo que se levantaba. Contrario a sus ancestros, no posee bestias y tampoco se dedica a la cosecha del grano. Pero sí tiene una carreta, plástica, gigante y creada por él, que la reproduce constantemente para remembrar el Atenas de antaño, su pueblo.
"Reci Arte" es el proyecto donde éste artista realiza artesanías a base de plástico para venderlas, pero principalmente por placer y amor a sus raíces.
Para Víquez el arte es una parte esencial de su vida. De sus 62 años ha dedicado más de la mitad a crear juguetes artesanales reciclados. Al principio, para darle regalos a sus hijas. Actualmente parte de sus creaciones, entre ellas una versión plástica y luminosa de la vieja carreta de su padre, han sido declaradas "íconos turísticos de Atenas".
Dice que el interés lo tiene desde pequeño y es "un talento dado por Dios". No logra recordar la primera vez que hizo su primera pieza, pero sí sabe que fue a base de cartón y también que como ese material era maleable, decidió usar plásticos reciclados, el cual ha ayudado a mejorar su trabajo.
Actualmente se encuentra jubilado luego de trabajar como docente de artes y diseño. Dentro del instituto usaba las horas libres para construir sus artesanías y era animado a crear más. Ahí, en 2013, logró realizar la carreta de su padre, que posterior a su retiro fue trasladada al taller dentro de su hogar.
El arte de los plásticos reciclados
Una de las mayores satisfacciones de Víquez es que su arte "está impactando positivamente al medio ambiente de su comunidad". Los materiales que usa en sus creaciones son reciclados y reutilizables.
Para hacer su carreta, uno de sus trabajos favoritos hasta la fecha, utilizó 700 botellas y 1.200 tapas plásticas.
"Para hacer la carreta necesitaba botellas de bebidas energéticas, porque son plásticos más duros, entonces iba a gimnasios a pedir si tenían. Entonces ya me las dejaban apartadas. También tuve la necesidad de comprar más botellas, pero iba a esas fundaciones de reciclaje. Todo es reutilizado", afirma.
La creación de cada pieza dura alrededor de un día completo de trabajo. Según Víquez, todo el trabajo lo hace por su cuenta, aunque llama a su esposa "el control de calidad" para saber si queda bien o no. Él califica este proceso como "increíblemente satisfactorio".
"A mí me gusta mucho que la botella se pueda visualizar. Para iniciar tomo una botella y la parto a la mitad. Las llantas salen cuando consigo botellas grandes, de esas de agua, que en la parte de abajo traen un círculo muy bonito. Esas las uso de ruedas y luego las decoro al gusto. Voy poniendo más botellas en sus partes y luego hago huequitos para unirlas, ahí meto nailon y se va creando de poco a poco", relata el artesano.
Todas sus creaciones tienen ciertas medidas para que no se conviertan en criaderos de zancudos del dengue, por lo tanto la municipalidad también lo ha calificado como un "ícono ambiental".
Un zoológico plástico en su patio
Mucho de los proyectos que éste artista realiza han salido de su mente creativa para ver sonreír a sus seres queridos. Esta fue la razón por la que decidió realizar un zoológico de figuras plásticas como obsequio a sus nietas. Esta colección cuenta, entre otras cosas, con un elefante gigante, mariposas, burros y una familia de cocodrilos. Debido a los efectos que el sol hace al plástico, Víquez debe de retocar todas las piezas constantemente.
Hace meses decidió abrir las puertas de su casa para visitantes interesados en su colección de artesanías. Sin embargo, afirma, dentro de su propia comunidad no tiene suficiente apoyo.
"Aquí cuesta que a uno le den pelota. La gente no visita tanto, me desmotiva. Uno pone en Facebook que lleguen al taller, pero no vienen", lamenta,
Víquez explica que desea ser visitado porque lo anima a seguir realizando las esculturas, que ayudan directamente al problema de cambio climático y exceso de plásticos.
Pese a esto, afirma que está "motivado a seguir trabajando, disfrutando y ayudando al medio ambiente". Esto debido a que expresa que haciendo su arte "lo hace sentir realizado como persona".
"Esto me motiva mucho porque me hace sentir feliz. Yo tengo dos nietas, entonces les hago máscaras de los cuentos que la abuela le lee, de Pinocho, de Lobo Feroz… cosas así. También me encanta cuando es septiembre porque puedo hacer cosas patrióticas. No sé, me pone muy alegre poder hacer cosas bonitas y ayudar", finaliza.
Source: https://www.ameliarueda.com/nota/atenas-combate-exceso-plasticos-arte
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